Los dragones son uno de los
ejemplos mas claros de elemento yang que podemos encontrar. Representan la
acción, lo masculino, lo activo, la lucha sin cuartel.
Animal de pesadilla para los
cristianos que ven en el la encarnación de lo maligno, recodemos sin ir mas
lejos el dragón de San Jorge. Es sin embargo para la mayoría de las culturas un
animal protector de bienes, defensor contra los enemigos, guardián de ciudades
y tesoros etc. Esta visión peyorativa que podemos observar en la cristiandad
probablemente tenga su origen en una reacción contra sus raíces paganas y del
gran apego a tan fantástico animal que tienen otras religiones y culturas que
podrían ser consideradas como rivales.
Por todos es conocido el
amor de los chinos por los dragones desde sus mismos orígenes históricos como
animal de buen augurio emblema de fuerza y también de sabiduría prosperidad y perfección.
Sin olvidar la multitud de representaciones que podemos encontrar en la antigua
china de la lucha de dragones contra otros animales mitológicos en los que
podemos vislumbrar unos profundos significados esotéricos.
Pero nos solo en china descubrimos
dragones ya a las puertas de la antigua Babilonia encontramos esculpidas las
figuras de unos dragones que eran los encargados de proteger la ciudad, los
podemos encontrar así mismo en el mundo helénico, en los estandartes de las
legiones romanas, las proas vikingas, en el áfrica negra, nueva Zelanda,
indonesia, Borneo, Japón, corea, sin
olvidarnos por supuesto del Mesoamérica y Quetzalcóatl y un largo etc.…
Como podemos ver los
dragones tienen un carácter universal en los que hemos de buscar sus raíces en
lo mas profundo de nuestra propia psique así como en nuestra mas lejana y
profunda mitología. Por lo general los dragones son temidos por su fuerza y fiereza
pero al mismo tiempo nos han protegido de todo tipo de males, convirtiéndose al
mismo tiempo en símbolo de decisión y fuerza a la hora de alcanzar nuestros
objetivos ya sean de naturaleza material como espiritual.
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