El pez cristiano, ictus en
griego como era comúnmente conocido en la antigüedad, era un signo utilizado
por los primeros cristianos como símbolo de identidad y de identificación entre
los entonces perseguidos miembros del emergente movimiento espiritual. El acrónimo
de dicho símbolo en griego significa “Jesucristo hijo de Dios salvador”.
Podemos encontrar peces cristianos desde los primerísimos años del cristianismo
y en multitud de catacumbas de tiempos de las persecuciones.
La explicación mas ampliamente aceptada de la
elección de este símbolo entre los cristianos la encontramos en los pasajes de
la multiplicación de panes y peces como acto de afirmación de la divinidad de
Jesucristo.
Existe otra interpretación de
carácter astrológica que relacionan el pez con la era de piscis en la que habríamos
entrado en la conjunción de Júpiter con Saturno que tuvo lugar en el año 7 a.C.
Psicológicamente hablando
estamos ante un arquetipo que representa la verdad profunda. Los peces se
ocultan en las profundidades y el pescador como símbolo del buscador ha de
sacarlo fuera del agua, para poder disfrutar y alimentarse del mismo.