El acceso a los mundos espirituales es uno de los anhelos y
misterios mas antiguos en el transitar del hombre en este mundo. Desde hace
milenios se han seguido dos vías para acceder a los mismos. El camino mas largo,
es aquel por el cual a través de trabajo interior y por medio de diferentes
técnicas buscamos acceder a estos mundos espirituales (Os recomiendo el estudio
de la obra de Rudolf Steiner a todos aquellos que os interese este camino). Esta es la vía de verdadera evolución del
hombre. También contamos con otra vía que viene a ser un “atajo”. A través de
diferentes sustancias naturales o
sintéticas entramos directamente en estos mundos. Nos llevaría largo tiempo intentar
comprender las posibles consecuencias karmicas de hacer “trampas” a la hora de
entrar en contacto con lo espiritual. Este fue un aspecto que analizó y
preocupó de manera importante a Aldoaus Huxley uno de los exploradores mas
prestigiosos que han indagado en esta vía. Dejando este aspecto a un lado vamos a
adentrarnos en esta segunda via de abrir y atravesar las puertas de la percepción.
Desde la mas remonta antigüedad, culturas de lo mas
diversa han utilizado diversos elementos del mundo vegetal para acceder a los
mundos espirituales. Las motivaciones
que existe para iniciar estos viajes son diversas. Como sanar enfermos, buscar
respuestas relacionadas con los mundos espirituales, orientar y dirigir la vida
de grupos humanos, comprender circunstancias que afectan en un momento
determinado al grupo, etc.
Uno de los investigadores que mas ha profundizado en el
estudio de las denominadas plantas de poder es el etnobotánico Terence McKenna.
Para este investigador la importancia de las sustancias psicoactivas es
fundamental en la evolución de la psique de la humanidad. Para este investigador tuvieron que darse
tres etapas:
Terence McKenna |
Una primera en la que
el hombre consume estas sustancias de manera accidental que habría provocado
una agudización de los sentidos. Con la consecuente mejora a la hora de
conseguir alimentos con el resultado de la mejora de calidad de vida.
En una segunda fase el hombre tomaría conciencia de los
efectos de estas plantas y su influencia en la estimulación sexual con sus
consecuencias positivas en la expansión de la humanidad. La conciencia empieza
a tener una lugar preeminente en la sexualidad con todas las consecuencias de
carácter social, biológico y familiar
que ello conlleva.
Como ultima fase sería aquella en la que se entraría en el
carácter espiritual de los trances chamánicos. Ciertos miembros del grupo con
una mayor facilidad para entrar en trance consumirían altas dosis de
alucinógenos, adentrándose de esta manera en los mundos espirituales, en donde
entrarían en contacto con ciertas
entidades que guiarían la evolución del grupo al que pertenecen.
Otro de los grandes exploradores de los mundos espirituales
como ya hemos comentado fue Aldoaus Huxley. Los primeros pasos desde un punto
de vista científico los dio al ser llamado por el psiquiatra Humphrey Osmond, este se encontraba ante la necesidad de contar con un “conejillo de indias“ que le diera una
visión intelectual, y con capacidad de narrar las experiencias producidas por los
alucinógenos, en este caso con mescalina, de la manera mas correcta posible. En las obras de Huxley podemos encontrar una
exploración de lo sagrado, en contraposición a la visión consumista y tecnológica dominante
en la actualidad, que desecha todo aquello que emana espiritualidad y
transcendencia. En este caso nos encontramos ante la gran suerte de que uno de
los grandes intelectuales del siglo XX además de explorar las diferentes
vertientes del fenómeno tiene una capacidad única, por ser un gran escritor, de
narrarnos la experiencia de una manera descriptiva tan precisa que hace comprender la experiencia incluso a aquellos que no han pasado por la misma, además de analizar la
experiencia de una forma única. Tanto del aspecto positivo del
fenómeno, como de aquel no tan difundido, el negativo. Hemos de tener en cuenta
que una experiencia de estas características si no estamos espiritual y emocionalmente
preparados puede llevarnos literalmente al infierno. Suya es la frase, “el
infierno es un estado del alma”, no necesariamente hemos de morir para
experimentarlo. Este oscuro aspecto podemos encontrarlo narrado en su obra
“Cielo e infierno”.
Aldoaus Huxley |
Como acabo de comentar las experiencias con alucinógenos en
una mayoría de las ocasiones es una experiencia muy positiva a nivel personal.
Pero hemos de ser conscientes de la otra vertiente, la oscura, tan real en la
experiencia como la positiva. Muchos de nosotros hemos querido experimentar con
estos productos sin ser plenamente conscientes de este otro lado tenebroso de
la experiencia.
Otro aspecto importante estudiado por el doctor Osmond, del que hemos de tomar consciencia, es el
caso de aquellas personas con ansias de transcendencia. Muchas veces sin
saberlo ellas mismas, acaban derivando en la toma de sustancias que no son las mas
adecuadas, y que empujan a sus consumidores al abismo al no saciar ese ansia
interior. Me estoy refiriendo a muchos por no decir la mayoría de drogadictos alcohólicos
y demás “desechos sociales”, que en el fondo solo buscan un sentido y una transcendencia vital a través de estas sustancias. Nos encontramos
ante el curioso caso de muchas de estas personas después de tomar una dosis de LSD guiados por
psiquiatra u otro tipo de persona experta, encuentran aquello que anhelaban y
automáticamente quedan desenganchados de sus dependencias gracias gracias a la
experiencia. Esto es algo de sobra conocido y experimentado pero que por
diferentes circunstancias se oculta con las graves consecuencias sociales por
todos conocidos.
Adentrándonos nuevamente en el viaje espiritual, vamos a
intentar conocer las diferentes experiencias vividas por los viajeros. Hemos de
tener en cuenta que dependiendo de las sustancias consumidas y las circunstancias personales nos encontramos
diferentes matices en las experiencias. Desde aquella luminosa que llena de paz
y calor al “viajero” , que le aporta un
sentido a su vida, esta es la mas positiva a nivel personal por la paz que
aporta de hecho se da el caso que los que tiene esta vivencia no necesitan a
nivel personal nunca mas volver a experimentarla.
Por otro lado encontramos otra experiencia de un carácter por
decirlo de alguna manera mas chamánica. Lo
primero que se encuentran los viajeros en este caso es un prisma que todos
aquellos que entran en este mundo han de atravesar. Si tenemos tranquilidad y
no retrocedemos ante el miedo se puede atravesar. Lo que nos vamos a encontrar
es un mundo en el que habitan diferentes entidades con diferentes
características. Algunos de ellos son “buenos” y buscan el bien para la
humanidad. Otros simplemente no les interesamos y por ultimo nos encontramos seres que buscan
perjudicarnos. Estos últimos no pueden hacernos ningún daño lo único que pueden es
asustarnos para que salgamos y no volvamos a los mundos espirituales, no
quieren que evolucionemos.
La pregunta es obvia, ¿que es lo que buscan los exploradores en la actualidad en estos mundos espirituales? Principalmente el hombre moderno busca conocimiento. A
esto hay que añadir el deseo de transcender del hombre, este es uno de los
anhelos mas potentes del ser humano.
Hemos venido a este mundo a evolucionar y aprender este ansia de conocimiento y transcendencia lo
tenemos grabado en nuestra alma y somos empujados por una fuerza invisible a
ello. Los enteógenos son una de las vías para satisfacer esta necesidades vitales, la otra, la mas noble, lleva a muchas personas a un esfuerzo personal en el que se busca la perfección
a través del esfuerzo. Esta opción lleva toda una vida de trabajo y de
satisfacciones que los profanos no pueden ni llegar a imaginar.